Debiéndoles un blog de bienvenida, escribo un poco lo que ocurre dentro de mis pensamientos estos días.
Y es que, con el clima con el que últimamente hemos estado viviendo, se me antoja decir que detesto la lluvia, ya que gracias a ella, nuestros momentos de desquite con el mundo y de amor hacia el BMX paran por unos momentos, si no es que por horas o días enteros.
Las posibilidades para unos en la bike son limitadas y para otros tantos geniales como el deporte en sí, y lo que es de cada quien es de cada quien.
Una vez escuche decir a un amigo por el teléfono que el BMX no se trataba tanto de un esfuerzo, sino de una diversión, y es así como muchos lo vemos.
Junto con una comparación de relajación, el BMX es para nosotros el yoga de las mujeres exigentes que todo lo quieren: un instructor atractivo, un buen cuerpo, flexibilidad, armonía mente-cuerpo, salud, y a pesar de las calorías que relativamente tragamos, nosotros somos felices con las cosas más sencillas a nuestro alrededor, pero las cosas más bonitas y en veces, las más caras en nuestra posesión son para la chica de nuestros sueños: una auténtica BMX bike.
Y qué importa si el cuate de a lado tiene una Colony, y qué si la tuya es una Mercurio, y qué si el de al lado es patrocinado por Mutiny y Monster Energy, y qué si tú a penas sacas un miserable bunny de 2 pulgadas. El punto es que nadie nace con un entrenador gay con buen cuerpo y buenas lecciones de yoga para dummies que te hagan a ti el mejor de los riders en este mundo, porque los entrenadores no nacen, se hacen, al igual que los pros, y que nosotros.
Me alejé de una ciudad que se le conoce por el frío: Toluca, y aunque esté en la playa, nada cambia con respecto al clima, En Vallarta pasé por un skate park y apenas vi 2 riders en su bike sin la playera puesta, y es que a pesar de las nubes grises amenazando su momento de entretenimiento, el calor no para de abrazar a su población, la lluvia estos últimos días ha sido la razón por la cual odiamos a la madre naturaleza, pero todos necesitamos un descanso… ¿No?.
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